Hay una pregunta que nos podríamos hacer, y es la siguiente: ¿por qué la comida basura es tan adictiva? Podríamos incluso reformular esta pregunta para cuestionarnos, ¿por qué la comida es adictiva? Quizás, encontremos la respuesta si analizamos el trasfondo de nuestra sociedad, donde se tiende al consumismo generalizado, algo que ocurre también con el consumo de comida.
La comida rápida o comida basura inunda nuestra sociedad con sus aparentemente suculentas propuestas
EL ADOCTRINAMIENTO DE LOS MEDIOS
En la actualidad, vivimos constantemente rodeados de “información”. Los medios de comunicación, por medio de la prensa, la televisión, Internet o incluso las redes sociales, hacen todo lo posible por introducir en nuestras vidas, en nuestras mentes, la necesidad de consumir. No dudan en bombardearnos con enormes dosis de publicidad, cuyo único objetivo es “educarnos” del modo que el sistema necesita; nos “hipnotizan” de tal manera que llega un punto en el que nosotros mismos creemos que todo lo que se nos dice y muestra en estos medios, es la verdad absoluta de las cosas, que es la realidad; sin embargo, esto no es así, estamos viendo la realidad que los medios de comunicación quieren que creamos.
Con la alimentación sucede lo mismo, estamos totalmente cegados por las tradiciones, por lo que se nos “ha enseñado” durante años, y no podemos, ni por asomo, plantearnos que el sistema de alimentación que tenemos hoy en día es incorrecto, así como también lo es, la forma que tenemos de comer.
Existe un gran desconocimiento en la sociedad, las personas en lugar de aprender, lo que hacemos es observar y retener únicamente lo que otros quieren que veamos. La TV, entre otros medios, está haciendo muchísimo daño, sobre todo a los niños, quienes son “esponjas” y que están absorbiendo unos datos completamente manipulados: no hay nada más que ver los anuncios enfocados a su edad, y que están enseñándoles a hacerlo mal, a consumir productos que son claramente adictivos y nocivos para la salud.
EL ENGAÑO DE LAS ETIQUETAS
En Solnaturaleza siempre hemos dicho que hay que leer detenidamente las etiquetas de todos los productos que vayamos a consumir, ya que la comida, está llena de aditivos que vienen reflejados en las etiquetas y hay que ser inteligentes y prevenir. No obstante, y desgraciadamente, todavía existen muchos productos que no están detallando de manera adecuada muchas de las sustancias que incluyen, como pesticidas, herbicidas, abonos químicos o medicamentos, que no son sino sustancias químicas a las que nuestro cuerpo se va haciendo adicto.
El periodista Michael Moss, escribió un libro titulado “Adictos a la comida basura”, donde nos habla de las grasas, del azúcar, del sodio, de la sal fina refinada, así como de muchas otras sustancias adictivas más, que son utilizadas por los fabricantes de forma muy bien calculada. Un ejemplo de esto serían el pan o el tabaco, que incorporan azúcar, con el único objetivo de hacerlos adictivos y que el usuario no pueda prescindir fácilmente de su consumo.
“El azúcar, junto a una amplia variedad de sustancias que incorporan los alimentos, crean adicción. Tenemos infinidad de sustancias en dichos alimentos, incluso ciertas combinaciones provocan adicción, al alterar nuestros sentidos del gusto y el olfato”.
LOS INTERESES ECÓNOMICOS LO RIGEN TODO
En la industria agroquímica, se dedican al suministro de alimentos procesados, industriales y procedentes de agriculturas o ganaderías químicas. Su contraparte, la agricultura ecológica, que ofrece una alternativa libre de aditivos y contaminantes, está siendo continuamente atacada desde los medios, con el objetivo de desprestigiarla. Y nosotros convencidos de ello, les estamos haciendo caso; luego entonces… ¡comamos venenos puros y concentrados directamente! Así deberíamos hacerlo según estas campañas publicitarias.
Está claro que lo que subyace detrás de toda esta maniobra, es que estas empresas están pagadas o subvencionadas por unos intereses económicos que apoyan a la industria química. Desprestigian todo lo natural y ecológico, porque se les está financiando desde la industria del “veneno”, de quienes nos van a llevar a tener diversos problemas de salud, que posteriormente serán tratados como una “enfermedad” y deberán ser tratados con una solución que siempre pasará por la cronicidad de un “medicamento químico”, que no hará sino agravar el problema.
La raíz del problema radica en la irresponsabilidad, el desconocimiento y la ignorancia en la que nos han sumido para que no nos cuestionemos nada... Esto nos lleva a preguntarnos: ¿quién se beneficia de todo esto?, ¿quién está ganando dinero?
Nosotros no, desde luego, sino la industria farmacéutica y todos los que están apoyando los fármacos y defendiéndolos, así como también defienden sus efectos secundarios.
Es el negocio de la vida y de la muerte, (más de la muerte que de la vida). Aunque nos lo quieran vender como vida, y que los productos químicos nos la traen, y los productos naturales nos la quitan…
Todo aquel que se esté dedicando de manera premeditada a suministrar sustancias químicas a las personas, así como productos alterados, productos transgénicos o sustancias con veneno, entre otras, tendrán lo que se merecen… ¿Y porque te estamos contando todo esto?, porque tú eres importante para nosotros, y te mereces saber la verdad.