La asociación del defensor del paciente, que preside Carmen Flores, recibió en 2018 la friolera de 14.335 denuncias por posibles negligencias médico–sanitarias, 810 de ellas con resultado de muerte. Esto son las denuncias registradas, pero lo que deberíamos preguntarnos es ¿cuántas personas no saben que se puede realizar una denuncia y cuantas han pensado: “Mejor no denuncio” y han decidido no hacerlo?
Los médicos, como personas que son, cometen errores como cualquiera.
Hemos querido sustentar este artículo en la respuesta de tres preguntas clave: ¿Hacen daño los medicamentos?; ¿estamos seguros con los medicamentos y la medicina alopática?; ¿realmente se producen las negligencias médicas?
¿HACEN DAÑO LOS MEDICAMENTOS?
Se trata de una pregunta muy importante y que gran parte de la población parece no tener clara, ya que, hoy día, es muy habitual tomar medicamentos sin saber realmente lo que estamos introduciendo a nuestro organismo.
¿Qué son los prospectos médicos o farmacéuticos? Se trata de unos documentos en los que se indica, no solo la composición de un medicamento, sino también información acerca de cómo nos puede afectar cuando lo tomamos. Actualmente, mucha gente tiende a medicarse o incluso automedicarse, sin ni siquiera leerlos, por lo que no son conscientes de los posibles efectos secundarios que pueden afectar a su organismo a medio y largo plazo.
También podemos hablar de las anestesias, que son sustancias venenosas que pueden ayudar a que no sintamos ningún tipo de sensación nerviosa durante una operación y así poder llevarla a cabo. No obstante, una mala dosificación de una anestesia puede acarrear graves daños al paciente, pudiendo llegar a poner en peligro su vida.
Con las vacunas pasa exactamente lo mismo, es muy importante que conozcamos los posibles efectos secundarios que pueden provocar, antes de decidir vacunarnos nosotros o que vacunen a nuestros hijos.
¿ESTAMOS SEGUROS CON LOS MEDICAMENTOS Y LA MEDICINA ALOPÁTICA?
Acudir al médico no debería suponer ningún riesgo; se presupone que la gente se encomienda a profesionales, a personas que, en su firme convicción por ayudar y curar a sus pacientes, van a aconsejar determinados medicamentos o tratamientos en cuyos resultados confían.
Es evidente que los médicos, como cualquier otra persona, cometen errores, y no por ello debemos responsabilizarlos exclusivamente de las negligencias que suceden en la medicina alopática. Las compañías farmacéuticas son las que aconsejan los medicamentos (efectos secundarios incluidos) a los médicos que creen y confían en ellos, y que, a su vez, los van a prescribir a sus pacientes porque los consideran buenos o idóneos para ayudar con cada problemática.
Es en este punto donde se comienzan a cometer errores. Hay que comprender los peligros de la administración de fármacos de forma errónea, pudiéndose incurrir en una sobremedicación, pero también hay que tener especial cuidado con el sobrediagnóstico.
¿REALMENTE SE PRODUCEN LAS NEGLIGENCIAS MÉDICAS?
Investigando un poco, se puede encontrar que uno de los Centros Médicos más denunciados se encuentra en Madrid. Estamos hablando del Hospital Ramón y Cajal, uno de los centros de referencia a nivel nacional e internacional con 14 unidades de patologías complejas y poco frecuentes.
Entre las principales quejas y denuncias de pacientes encontramos:
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Problemas en cirugía, traumatología y ginecología.
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Problemas con las listas de espera.
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La tardanza de las ambulancias (con las consecuencias que ello conlleva en los pacientes más críticos).
Todo este aumento en las quejas y denuncias por problemas o por negligencias médicas ocurren debido a las siguientes razones:
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La mala alimentación o intoxicación, que deriva en que las personas se encuentren cada vez más débiles, provocando la mayoría de los problemas de salud actuales.
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La tendencia hacia los medicamentos como única solución para todo, aumentando su administración y provocando un consumo excesivo e innecesario.
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Que los pacientes tengan sus cuerpos más acidificados a consecuencia de los dos puntos anteriores.
Queremos insistir nuevamente en que el médico es una persona, que puede equivocarse, pero que está ahí porque su intención es ayudar a los demás.
A la vista de estos datos, podemos afirmar que los constantes ataques que se realizan a diario contra las medicinas complementarias y alternativas son una infamia y carecen de ética. Lo que podemos concluir es que estos ataques se llevan a cabo con el único objetivo de tapar los propios errores y daños ocasionados por la industria farmacéutica y por la medicina alopática, a costa de difamar a la medicina natural, por medio de campañas agresivas en las que se pretende hacer creer a la población lo “malas y perjudiciales” que son.
Pero existe un dato constatado que avala Carmen Flores, en una entrevista a DSALUD, donde explicó que, en 22 años de existencia de su asociación, no han recibido ni una sola denuncia contra profesionales de las medicinas complementarias y alternativas, y sí decenas de miles de denuncias contra médicos convencionales.
En Solnaturaleza creemos que es muy importante que sepas la verdad, y como los medios de comunicación no te la van a contar, hemos preparado este artículo especialmente para ti.