VENENOS COTIDIANOS QUE ATENTAN CONTRA NUESTRA SALUD
El trigo y el azúcar son los grandes enemigos que afectan a la salud de millones de personas diariamente en la mayor parte del mundo. Por supuesto hablamos del trigo que no es de cultivo ecológico y las harinas que salen de él. Respecto al azúcar nos referimos al azúcar blanco y refinado.
Existen muchos cereales como la espelta, el kamut, el teff (que es apto para celíacos), el centeno, la quinoa....y el trigo sarraceno (también apto para celíacos) que en realidad no es trigo, sino la semilla de una planta que luego dará una flor. Todas las harinas de estos cereales son muy saludables y nutritivas. Además también están las de garbanzos, guisantes, soja, avena, etc...Por supuesto todos estos productos han de ser biológicos, ya que los muy refinados e industriales son los realmente peligrosos para la salud.
Lo mismo pasa con el azúcar blanco refinado y elaborado en exceso. En ningún momento hablamos del azúcar de caña integral y ecológica, que aunque no es bueno consumirla en abundancia, no causa los mismos estragos en nuestro organismo.
Como veis lo que no debemos consumir de manera habitual, son los productos refinados.
El trigo industrializado, es la base de muchos de los productos que consumimos y está presente en todo tipo de comidas y bebidas procesadas.
No estamos hablando del trigo que existía antiguamente, el cual procedía de cultivos tradicionales y equilibrados, sino de la manipulación genética y los híbridos que han creado un tipo de trigo con cantidades mucho más altas de almidón y gluten. Además le han añadido nuevas proteínas o aminoácidos. Una de estas proteínas es la aglutina del germen de trigo que forma parte de las lectinas. Estas, son capaces de acabar con las vellosidades en el tracto intestinal, causando inflamación permanente.
Existe una fuerte conexión entre el intestino y el cerebro a través del nervio vago. Los problemas intestinales pueden afectar al estado de ánimo y al comportamiento.
El trigo y el maíz no biológicos, son neurotóxicos, lo que supone un problema añadido a quien ya padece de enfermedades neurológicas como alzhéimer o esclerosis múltiple. Son alimentos con gran cantidad de lectina.
Las lectinas (proteínas que se unen a los azúcares) no se descomponen fácilmente en el estómago, que es donde tiene lugar la parte más importante de la digestión de las proteínas. Pero este tipo de proteínas llegan casi intactas al intestino, inhibiendo la peptidasa, que es la enzima que colabora en el proceso de destrucción de las moléculas.
La lectina daña la pared intestinal y afecta a la permeabilidad. Esto desencadena en el acceso al organismo de bacterias y agentes químicos, que nunca deberían de haber entrado. Cuando el organismo se siente atacado, las defensas se disparan y comienzan a trabajar sin descanso.
BÁSICAMENTE ESTO ES LA ENFERMEDAD AUTOINMUNE. NUESTRO PROPIO ORGANISMO ATACÁNDOSE A SÍ MISMO.
El azúcar blanco refinado está considerado como el “asesino silencioso” ya que sus daños no son tan visibles. Por ejemplo, hace algunos años se comprobó que el azúcar blanco, sobre todo la fructuosa, inhibe la producción de la hormona llamada leptina, la cual produce sensación de saciedad al comer.
Por lo tanto, al verse alterada, dicha hormona provoca que comamos más sin darnos cuenta. Así, seguramente subiremos de peso, lo que nos traerá importantes problemas en un futuro. Por otra parte, también hay fuertes indicios para pensar que el azúcar incide en el desarrollo del cáncer, sobre todo en personas que deben inyectarse insulina y que en cierto momento han desarrollado una resistencia a ella por el continuo consumo de azúcar.
El azúcar blanco desequilibra las funciones reguladoras del cuerpo. Inhibe el sistema inmunológico y debilita las defensas contra enfermedades infecciosas. Destruye el equilibrio de los minerales, creando por ejemplo deficiencia de cobre y de cromo, e interfiere en la absorción de calcio y magnesio.
Puede provocar una subida rápida de adrenalina, lo cual produce hiperactividad, ansiedad, irritabilidad y dificultad para concentrarse.
Hace aumentar significativamente el colesterol total y los triglicéridos.
El azúcar refinado causa pérdida de elasticidad y funcionalidad de los tejidos. Alimenta las células cancerígenas. Debilita la vista, provoca cataratas y miopía. Además de acidez, enfermedad de Crohn, etc... Envejecimiento prematuro, artritis, asma, esclerosis, candidiasis, piedras en la vesícula, apendicitis, hemorroides, varices, osteoporosis, enfisema.....
Esto es absolutamente cierto y existen pruebas reales que confirman el hecho.
NI EL TRIGO NO BIOLÓGICO NI EL AZÚCAR BLANCO DEBERÍAN CATALOGARSE COMO ALIMENTOS. ESTO ES UN GRAN ERROR NUTRICIONAL. NO PODEMOS DIGERIRLOS CON EFICIENCIA. NOS APORTAN UNA ENERGÍA QUE NO NECESITAMOS. CARECEN DE SUFICIENTES NUTRIENTES. Y LO MÁS PREOCUPANTE ES QUE DESARROLLAN ENFERMEDADES CRÓNICAS, DE ORIGEN AUTOINMUNE.
CON FRECUENCIA, LA MEDICINA TRADICIONAL DESAHUCIA A ESTE TIPO DE PACIENTES, CUANDO EN REALIDAD LO ÚNICO QUE HAY QUE HACER ES CAMBIAR LOS MALOS HÁBITOS Y ESTAR RECEPTIVOS A LAS RESPUESTAS DE NUESTRO ORGANISMO.
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