¿Es el Azúcar Bueno o Perjudicial?
Existe mucha confusión en torno al azúcar: ¿es bueno y necesario, o por el contrario, perjudicial? La respuesta está en su origen y forma de consumo.
El azúcar procedente de los alimentos en su forma natural, como la fructosa de la fruta, es un nutriente compatible con el organismo y no necesita transformación para ser digerido. Esto lo convierte en una fuente de energía inmediata y fácil de asimilar.
Sin embargo, que el azúcar natural sea compatible con nuestro cuerpo no significa que sea saludable en todas sus formas ni que deba consumirse indiscriminadamente.
No es lo mismo comerse una manzana con sus azúcares naturales integrados que tomar un café con una gran cantidad de azúcar blanco añadido. Los alimentos que contienen azúcar de forma natural, como las frutas, son adecuados porque tienen la cantidad justa y necesaria que nuestro cuerpo puede gestionar.
Por eso, la fruta es considerada el alimento ideal para el ser humano: está diseñada por la naturaleza para satisfacer nuestras necesidades biológicas sin exceder los límites de lo que podemos procesar.
Por otro lado, los alimentos industriales con azúcares añadidos, como dulces, bebidas azucaradas o productos de bollería, suelen contener una cantidad de azúcar muy superior a la necesaria, lo cual no solo desequilibra nuestra nutrición, sino que también sobrecarga al organismo.
Este exceso de azúcares añadidos está lejos de las reglas naturales y puede contribuir a problemas de salud como la obesidad, la diabetes y otras enfermedades metabólicas.
La Importancia de la Alimentación Simple
El problema de la mayoría de las dietas modernas es su complejidad. Nos dicen qué comer, en qué cantidades y a qué horas, pero rara vez se enfocan en la calidad intrínseca de los alimentos y en cómo nos hacen sentir realmente.
Este enfoque produce una desconexión de nuestra sabiduría interna y nos lleva a decisiones alimenticias que, aunque puedan parecer saludables sobre el papel, no necesariamente lo son para nuestro organismo.
El Método Alimentario Rejuvenecedor propone una vuelta a lo simple. Esto no significa seguir una dieta restrictiva o contar cada bocado, sino aprender a comer de manera más instintiva y a elegir alimentos que verdaderamente nutran nuestro cuerpo. Entre las recomendaciones más destacadas se encuentran:
Optar por alimentos simples y naturales.** La fruta, por ejemplo, es uno de los alimentos más recomendados, especialmente después de un ayuno, cuando nuestros sentidos se agudizan y el cuerpo nos pide alimentos frescos y jugosos.
Reducir la mezcla de alimentos complejos.** Comer de manera mono-dietética (un solo tipo de alimento por comida) o combinando alimentos con propiedades similares ayuda a que la digestión sea más efectiva y a que el cuerpo obtenga los nutrientes que necesita sin esfuerzo excesivo.
Escuchar al cuerpo.** Esto implica prestar atención a las señales de hambre y saciedad, y no comer por costumbre o por horarios preestablecidos.
El Papel del Ayuno
El ayuno es otra práctica esencial dentro de este enfoque. Ayunar no solo ayuda a desintoxicar el cuerpo, sino que también permite que nuestro instinto alimentario se rehabilite. Durante el ayuno, el cuerpo se enfoca en repararse y limpiarse, lo cual a su vez despierta la intuición sobre lo que verdaderamente necesitamos comer.
Un Estilo de Vida Sostenible
El objetivo de este enfoque no es solo mejorar nuestra salud a corto plazo, sino promover un estilo de vida sostenible y alineado con la naturaleza. Vivir de manera más simple, alimentarnos con lo que realmente necesitamos y escuchar a nuestro cuerpo son pasos fundamentales para lograr una vida longeva y de calidad.
En Solnaturaleza, creemos que la verdadera salud no se encuentra en complicados regímenes alimentarios, sino en reconectar con nuestra sabiduría interna y permitir que nuestro instinto nos guíe. Te invitamos a descubrir y aplicar esta filosofía para que experimentes una salud renovada, desde la simplicidad y el respeto a tu propio cuerpo.
Volver a la Simplicidad: La Clave para la Salud y el Bienestar
En un mundo saturado de información sobre salud y dietas, a menudo olvidamos lo más simple: escuchar a nuestro propio cuerpo. Estamos rodeados de estudios contradictorios y consejos que nos invitan a seguir dietas complejas, llenas de cálculos de calorías y proporciones exactas de nutrientes. Sin embargo, esta tendencia a la complicación nos aleja de lo más importante: nuestro instinto.
La Inteligencia Somática: La Sabiduría del Cuerpo
Según el Método Alimentario Rejuvenecedor, existen dos tipos de inteligencia: la humana y la somática. Mientras que la primera se basa en datos y estudios, la inteligencia somática es la sabiduría innata que todos poseemos, heredada a lo largo de milenios. Esta inteligencia nos guía de manera intuitiva hacia lo que es bueno para nosotros, pero lamentablemente, en la mayoría de los casos, hemos perdido el contacto con ella.
Los animales no cuentan calorías ni revisan estudios para decidir qué comer. Simplemente se guían por su instinto, comiendo lo que su cuerpo necesita en el momento adecuado. Y lo más interesante es que, gracias a esta conexión con su inteligencia somática, los animales suelen estar mucho más sanos que nosotros.
Extraído del Libro: Método Alimentario Rejuvenecedor
Rocío Gil y Miguel Ángel Ruiz
Naturópata alimentario
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